INTRODUCCION
La importancia de Cucurbita máxima en el mundo, ha sido reconocida principalmente por su alto valor nutritivo (representado en vitaminas, carbohidratos, fósforo y minerales), propiedades medicinales (efecto protector sobre enfermedades cardiovasculares, de la vista, cáncer de piel y de estómago, entre otros) y versatilidad en el uso (consumo directo, materia prima para la agroindustria, artesanías y decoración). (Zambrano E. 2010)
En el mundo, las cifras más recientes indican que en el 2007 se sembraron 1’503.336 ha con una producción total de 20’296.443 toneladas y rendimientos promedios de 13.50 t/ha. En América se registra una superficie de cultivo de 175.064 ha sembradas, con una producción total de 2’208.930 toneladas y rendimientos promedios de 12.62 t/ha (FAO, 2009). Para el 2008 se reportan en Colombia 3.997 ha sembradas, una producción de 53.298 toneladas y rendimientos promedios de 13.85 t/ha (Agronet, 2011).
El desarrollo de nuevas variedades de ahuyama, a través de un proceso de mejoramiento genético se constituye en una alternativa viable teniendo un mayor impacto sobre la economía y calidad de vida de pequeños y medianos agricultores, por ser ellos quienes concentran la mayor parte de las áreas productoras de ahuyama en el país.
Desde el punto de vista de mejoramiento genético se ha considerado importante el desarrollo de genotipos rendidores y de amplia estabilidad y/o adaptabilidad a través de las regiones de interés. Sin embargo, es importante evaluar la magnitud de las interacciones de los genotipos con el ambiente, porque este conocimiento orienta en la recomendación de cultivares para regiones de interés, además de que es determinante en lo que tiene que ver con la estabilidad del cultivar.
El mejoramiento genético convencional ha tenido un gran impacto en el incremento del rendimiento, la calidad y la resistencia a plagas y enfermedades. Esto obedece a varios factores, como procesos de domesticación, biotecnológicas desarrolladas en los últimos 20 años que ofrecen interesantes alternativas que pueden contribuir a mejorar ciertas características (Bonifacio, 2002).
En general, el mejoramiento genético de plantas tiene por finalidad la obtención de variedades con características de mayor rendimiento, mayor calidad comercial y nutritiva, mayor resistencia a factores abióticos y bióticos adversos al cultivo. En otras palabras, el mejoramiento genético tiene por finalidad la generación de variedades más eficientes producir productos aprovechables por el hombre como alimento, como materias primas para la industria, como forraje para los animales domésticos, etc.
De acuerdo al proceso de hibridación artificial se pretende desarrollar una práctica en el vivero experimental de la Universidad de Cundinamarca mediante un cruce intraespecífico de las variedades cubanita y valluna pertenecientes a la especie de la ahuyama (Cucúrbita máxima), con el cual se desea mostrar características cuantitativas y cualitativas esperando lograr obtener F1 e identificar resultados en cuanto a resistencia, productividad, tiempos de cosecha y características fenotípicas y sobre todo calidad de frutos y resistencia o tolerancia a plagas y enfermedades.